DISCOGRAFÍA RAQUIDEA


¿Qué es?

El dolor de espalda puede ser producido por la afectación degenerativa de los discos intervertebrales (discopatía). En actualidad, el diagnóstico de estas lesiones de realiza mediante pruebas de imagen como la Tomografía Computarizada (TC) o la Resonancia Magnética (RM). Sin embargo, en algunos casos estas pruebas de imagen no pueden determinar de forma clara el origen del dolor. La discografía raquídea es un método diagnóstico, que se utiliza para saber si uno o más discos intervertebrales son los causantes del dolor de columna que padece un paciente.

¿Cómo se trata?

La discografía raquídea consiste en inyectar, mediante una aguja larga y fina, un contraste radiológico dentro del disco intervertebral que se quiera estudiar, ya sea a nivel cervical, torácico o lumbar. Con este procedimiento se busca reproducir el dolor que el paciente tiene de forma habitual, incluso en algunas ocasiones se puede generar un dolor de mayor intensidad.

El procedimiento se realiza en quirófano, pero sin anestesia general, es importante que el paciente esté despierto para explicar sus sensaciones al médico.

Durante el procedimiento, el paciente está tumbado boca abajo. Primero, se inyecta anestesia local en la zona de la punción, para disminuir las molestias. Después, se introduce la aguja de tratamiento bajo control de rayos X. Cuando la aguja está dentro del disco se inyecta el contraste radiológico de forma controlada. También se puede conectar la aguja a un medidor de presión (manómetro), para controlar la presión que hay dentro del disco y si ésta cambia al inyectar el contraste. La inyección de contraste finaliza cuando el paciente refiere su dolor habitual o, si se ha medido la presión, cuando ésta aumente. Si el dolor que presenta el paciente es muy intenso, se puede inyectar un anestésico dentro del disco para aliviarlo después del procedimiento, y, si es necesario, continuar con la discografía a otro nivel y no confundir los síntomas.

Generalmente, se trata de un procedimiento sencillo y rápido, unos 20 – 30 minutos, dependerá del número de discos a estudiar. En ocasiones, si la espalda del paciente se encuentra muy desgastada (artrosis) o existen desplazamientos de las vértebras (como en la escoliosis o espondilolistesis), puede ser más largo. Una vez realizada la discografía, el paciente puede sentir sensación de adormecimiento en la zona de punción. Tras la finalización del tratamiento, el paciente pasará 1 – 2 horas en observación, y si no hay incidencias se podrá ir a casa el mismo día. La mayoría de pacientes pueden hacer una vida casi normal desde el primer día, pero se recomienda un reposo relativo las primeras 24-48 horas.

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